A veces los empleados son solo eso: empleados. Otras veces se vuelven parte de la familia. Teódulo, nuestro guardia, dice que somos como sus padres aunque él es mucho mayor que yo pero sabe que lo queremos. Él a su vez haría cualquier cosa por mí. Cuando Shannon está en Estados Unidos, Teodulo duerme en la hamaca por la noche para que yo me sienta segura. Le da medicina a nuestro perro cuando está enfermo, planta mi jardín a mi lado, riega mis flores y se enoja con el gato cuando desenterra mis flores. Desde hace años se preocupa por nuestra casa y nuestra familia como lo haría con la suya. Lo he visto enseñar a mi sobrina e hija a andar en bicicleta, jugar muñecas con mis hijas y lanzar cuchillos con mi hijo… y luego pasar horas buscando los cuchillos que arrojaron. Estoy muy agradecido de que Dios nos haya dado tal guardia para reír y, sin embargo, confiar completamente.
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